Panteón de Orizaba. Foto por: José Luis Cruz Jiménez. 2011. |
Muerte
El humano es un ser sociable por naturaleza (bueno, nos adaptamos a ello),
la vida y la muerte son pareja y socializan en esta existencia.
Podemos
caminar mano a mano apoyándonos mutuamente… Y la muerte también es apoyo de
vida. No hay vida sin muerte, y no hay muerte sin vida. Complementos necesarios
en el paso por esta tierra.
Biológicamente,
un organismo deja de funcionar cuando su sistema y estructura falla, es ahí
cuando entran los seguros de vida y las funerarias. Sin embargo, hay organismos
(nosotros) que alguna vez nos hemos sentido muerto en vida.
Caminamos en un valle de la muerte donde lo único que queremos es ser amigos de
los que allí habitan. Muerte; es una falacia que pretende penetrar con el
paradigma de que un organismo no funciona. Sin embargo, es la ausencia de vida
lo que produce.
Y
esa sí como Barthes y Max Aub confirman
que te relaciona con la muerte y esto ha sido la vida que dejamos al paso.
Dejamos
parte de nosotros plasmados, y tal vez esa parte de nosotros muere conforme el
paso del tiempo. Ya paso con las pinturas rupestres, manuscritos, papiros,
fotografías; y claro, nosotros.
Así
como podemos vivir muertos, la muerte sólo es un despertar a otra vida.
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